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Blog de Didáctica de la Lengua Española
jueves, 27 de diciembre de 2012
lunes, 3 de diciembre de 2012
sábado, 1 de diciembre de 2012
Visitamos monumento
Itinerario
Para llegar a la Puerta del Sol desde el colegio
caminaremos en dirección Embajadores pasando por la puerta del Teatro Circo
Price unos ciento treinta metros, giraremos a la derecha hacia la Calle de
Valencia, adentrándonos en uno de los barrios más castizos de Madrid y recorreremos
alrededor de trescientos metros por esta calle, después seguiremos recto pasando por la Plaza de Lavapiés
y caminaremos por la Calle de Lavapiés
una distancia de noventa metros, giraremos a la izquierda hacia la Plaza de
Tirso de Molina pasando por la puerta del Teatro Nuevo Apolo y después iremos
hacia la derecha en dirección a la Calle del Doctor Cortezo, en la que se
encuentra el pequeño Teatro Fígaro, por esta calle
caminaremos ciento noventa metros y giraremos ligeramente hacia la derecha para
continuar por la Calle de Atocha, a continuación seguiremos recto hacia la
Calle de las Carretas y caminaremos en la misma dirección hacia la Puerta del
Sol que se encuentra a la derecha.
Descripción
Una de las placas que indican el nombre de
la plaza.
Fachada principal de la Casa de Correos, en
la Puerta del Sol.
La Puerta del Sol desde la calle Mayor.
La historia de la Puerta del Sol representa una parte
esencial de la memoria de la Villa de Madrid, no sólo por ser la Puerta del Sol
un punto de frecuente paso, sino por constituir el “centro de gravedad” del
urbanismo madrileño. La plaza ha ido adquiriendo su carácter de lugar de
importancia histórica desde sus inciertos inicios como calle Ancha e impersonal
en el siglo XVI, hasta las descripciones de los primeros viajeros románticos,
las recepciones de reyes, las rebeliones populares, manifestaciones, etc. Ha
sido el escenario de los acontecimientos principales de la vida de la ciudad,
desde la lucha contra los invasores franceses en 1808 hasta la proclamación de
la República en 1931, conservando además su lugar como protagonista de la
costumbre de servirse las doce uvas en Año Nuevo, al son de las campanadas
tocadas por el reloj de Correos. En la actualidad es un nudo de comunicaciones,
punto de reunión, de citas, lugar de celebraciones y comienzo de
manifestaciones en la Capital.
Durante este intenso devenir histórico, la Puerta del
Sol ha ido reuniendo lo popular de Madrid en sus diversas épocas. Desde sus
comienzos, su posición en la geografía urbana madrileña le ha dado un
protagonismo como lugar de encuentro social, nombrado a veces como forum
matritense. Ha sido definida también como “Plaza y foro” de España por Antonio Machado,
y Ángel Fernández de los Ríos mencionó que “No hay allí un palmo de terreno que
no esté regado con la sangre de patriotas, de facciosos o de revolucionarios”.
Desde el punto de vista arquitectónico, la Puerta del
Sol es un espacio de paso ensanchado, de forma oblonga, un punto de
convergencia de calles que adquiere el aspecto de plaza a mediados del siglo
XIX. En dicho espacio desembocan una decena de calles, que en el siglo XVIII
eran once. La Puerta del Sol ha ido sufriendo diversas obras de mejora urbana a
lo largo de su historia, siendo la más importante la acometida a mediados del
siglo XIX. En muchos casos la actuación urbana realizada a lo largo de su
historia ha borrado poco a poco importantes edificios del pasado. De todos
ellos, el único sobreviviente es la Casa de Correos, que fue la sede del
Ministerio de Gobernación (Interior) y en la actualidad sede de la Comunidad de
Madrid. Se trata del edificio más antiguo de la Puerta del Sol actual. El
segundo en antigüedad es la Casa Cordero, que a lo largo de la historia de la
plaza ha ido cambiando de uso.
La Puerta del Sol ha entusiasmado a diversos
escritores desde los comienzos de su historia, y muchos de ellos han incluido
este espacio en sus obras literarias. Ramón Gómez de la Serna y la Generación
del 98, en sus obras madrileñas, han descrito el ambiente social de este
centro. En ellos describen la animación
existente de sus actividades diurnas. Desde Lope de Vega hasta Ramón Gómez de
la Serna las descripciones literarias son frecuentes, quizás por las tertulias
literarias del siglo XIX en sus famosos Cafés.
Hola Marta, aquí te dejo la
tercera tarea, ¡ánimo!
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